Titulo original : À fleur d’eau
«… Acércate a la naturaleza. Intenta decir, como si fueras el primer hombre, lo que ves… tu fe en una belleza…». La poesía de Rainer Maria RILKE trata ante todo de la naturaleza, cuya belleza evidente ama: una flor, una tarde de primavera, un estanque… El estanque, receptáculo de vida, sirve de lugar de intercambio entre el cielo y la naturaleza. Para expresar la naturaleza particular de los estanques, evocará los espejos. RILKE asigna un papel preeminente a la joven que ocupa su lugar en el centro de la naturaleza. Tras una obertura musical, nos ponemos del lado de la muchacha, devuelta a su pureza original, transportada a la época del Génesis. El mundo se identifica con ella, todo lo que golpea los sentidos se funde con ella, y nos permite comprender la profunda armonía del Cosmos creada por la música. (Henri THÉRON)