A principios del siglo XX, había dispersos por varios museos media docena de lienzos con curiosos efectos luminosos nocturnos. Nadie había pensado aún en agruparlos y compararlos, y mucho menos en restituirlos a su autor, un artista desconocido cuya firma podía leerse a veces al pie de los cuadros. Esta película es, en cierto modo, la historia de una investigación llevada a cabo en 1913 por un crítico de arte alemán que se propuso encontrar, tras siglos de olvido, el nombre de un pintor que había producido un conjunto de obras cuya calidad plástica impresionaba incluso a la mente más desinformada. Hoy, 19 cuadros han sido devueltos a su creador: Georges de la Tour, pintor lorenés muy popular en la corte de Luis XIII. Recientemente autentificados, el estilo del pintor los hace fácilmente reconocibles gracias al tono tan personal de sus colores. Esta resurrección ha dado un nuevo impulso a Georges de la Tour y le ha vuelto a situar en el mapa de los pintores importantes de su época.