


Mago y precursor del arte cinematográfico, Georges Méliès fue encontrado en 1928 regentando una juguetería, todo lo que quedaba de su otrora prestigiosa existencia. Antes de 1914, realizó varios centenares de películas mágicas y poéticas cuya inspiración fresca e ingenio siguen sorprendiendo al espectador hastiado de hoy. Su mujer, su nieta, uno de sus antiguos colaboradores y, por último, su hijo, que interpreta el papel de su propio padre, evocan la vida del hombre al que el cine debe tanto.