
Por primera vez, Malí, y especialmente Bamako, acoge con orgullo la Copa Africana de Naciones. Todos los malienses son conscientes de la oportunidad y de lo que está en juego en la organización de esta competición futbolística de alto nivel, y todos están decididos a aportar su granito de arena para que los festejos sean un éxito, y a practicar la famosa «Djatiguia», una tradición ancestral maliense que combina hospitalidad, respeto y juego limpio.Cuatro personas de edades y orígenes diferentes nos guían a través de las situaciones y los comportamientos: Cuatro personas de edades y orígenes diferentes nos guían a través de las situaciones y los comportamientos: Famaka, un joven de 13 años, miembro habitual de la escuela de fútbol de Djoliba (nombre bambara del río Níger); Brama Traoré, el jefe del barrio de 81 años, admirado y respetado en la comunidad por su papel de mediador; Jimmy Camara, músico y benefactor de su pueblo de Macangana; y Adama Coulibaly, madre de familia y responsable de una ONG canadiense encargada de programas de formación para discapacitados. Estos cuatro personajes actúan como mediadores para sus compatriotas y revelan el estado del país sin menoscabar en ningún momento la reputación de Malí como país solidario y hospitalario. ¡Djatiguia cumple!