
Un equipo francés de cinco miembros, incluido un guía de caza profesional, recorre Namibia a través de la sabana, el desierto y las montañas.
Desde los campamentos de sabana que han instalado, el equipo intenta redescubrir el sentido original del safari: rastrear y acercarse a pie a los grandes animales africanos, con la ayuda de rastreadores locales. Estos acercamientos los realizan cazadores-fotógrafos armados con escopetas.
Todos los ingredientes habituales de la película de raids se construyen en torno a esta «columna vertebral» que representa la caza fotográfica.
Recorremos una naturaleza extremadamente diversa: desde las regiones salvajes y pantanosas del Caprivi oriental, ricas en animales (elefantes, cocodrilos, etc.) hasta el desierto más antiguo del mundo, el Namib, poblado de oryx, avestruces y chacales, pasando por el mayor parque del mundo, Etosha.